A veces le vemos poca utilidad a algunas cosas, pero con un poco de imaginación podemos darle una seguna vida. Es el caso de este trozo de escalera que me regaló mi amigo Salva, en si solo valdría para subir a algo que tuviese la altura de una mesa, pero si queríamos arrimarla a una pared para colgar un cuadro no tendría utilidad, ya que con nuestro cuerpo no tendríamos margen de maniobra.
Como veis se trata de un trozo al que queremos dotarle de una terminación en las patas y un estante-cubeta que nos permita por un lado separarnos de una superficie vertical en la que se apoye y por otro nos permita utilizarlo como plataforma para depositar herramientas o material con el que trabajemos.
Se hacen unas entalladuras en la parte superior para recibir el estante y se cortan las piezas de madera que entraran tanto en dicha entalladura como las que harán de patas.
Se realizan el resto de piezas del estante y despues de ensambladas se atornillan a la escalera.
Este es el resultado final, ya veis partiendo de un trozo desechable de escalera nos hemos hecho con una bastannte práctica.
Detalles:
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